En su esencia, la cromátida es una de las dos estructuras idénticas que
componen un cromosoma. Son replicadas durante la fase S del ciclo celular,
preparándose para la división celular. Las cromátidas hermanas, unidas por un
centrómero, se mantienen firmes en su vínculo hasta el momento preciso en que se
desatan para seguir caminos distintos durante la mitosis.
En el campo de la genética y la biología celular, el estudio de las cromátidas
se convierte en una herramienta esencial para comprender los procesos de división
celular y replicación del ADN. Las anormalidades en la estructura o distribución de
las cromátidas pueden ser indicadores de enfermedades genéticas o desórdenes
cromosómicos.
¿Sabías que las cromátidas no son estáticas? Durante la división celular, se
separan y se dirigen hacia polos opuestos de la célula, guiadas por un intrincado
entramado de microtúbulos. Además, son portadoras de memoria genética, es decir,
cada cambio, cada mutación, queda registrado en la secuencia de ADN de las que
se componen. Así, las cromátidas se convierten en cronistas silenciosas de la
historia genética de una especie.