Los oncogenes son las variantes modificadas de los protooncogenes, que son
genes normales que se encargan de regular procesos celulares vitales como el
crecimiento y la diferenciación. Cuando un protooncogén sufre una mutación, se
convierte en un oncogén, ganando la capacidad de impulsar el crecimiento celular sin
restricciones.
El papel de los oncogenes en el cáncer es multifacético: estos genes alterados
pueden desencadenar el crecimiento celular descontrolado y eludir los mecanismos
de regulación celular. El descubrimiento y la comprensión de estos genes han
transformado la oncología, permitiendo el desarrollo de terapias dirigidas que se
centran en estas moléculas desreguladas específicamente, sin causar daño
significativo a las células sanas.