Imaginemos el examen neonatal como un destello de luz en los primeros días
de vida, iluminando los rincones más íntimos del código genético de un recién
nacido. Este examen es una evaluación exhaustiva de la salud del bebé, dirigida a
detectar de manera temprana condiciones genéticas, metabólicas o endocrinas que
podrían afectar su desarrollo. Se realiza, generalmente, a través de una pequeña
muestra de sangre tomada del talón del neonato.
La característica estelar de este examen es su capacidad para identificar
condiciones tratables o manejables de manera temprana, antes de que los síntomas
se manifiesten. Es esencial en la detección de condiciones como la fibrosis quística,
la fenilcetonuria, el hipotiroidismo congénito o ciertos trastornos de hemoglobina