La susceptibilidad es la tendencia o predisposición que tiene un individuo para
responder de cierta manera frente a factores específicos del ambiente. Este baile
entre los genes y el entorno es como una coreografía única para cada uno de
nosotros, moldeando nuestras respuestas a estímulos externos. El medio, como el
director de orquesta, influye significativamente en cómo se expresa la
susceptibilidad. Desde factores nutricionales hasta exposiciones ambientales, estos
elementos desencadenan respuestas únicas en cada individuo.
La susceptibilidad se puede ejemplificar de diversas formas en la vida
cotidiana. Imaginemos a dos personas expuestas al mismo alérgeno, aquella con
una susceptibilidad genética específica puede experimentar una reacción más
intensa que la otra. Además, la susceptibilidad genética también juega un papel
crucial en enfermedades complejas como la diabetes o enfermedades
cardiovasculares. Algunos llevan genes que aumentan la probabilidad de desarrollar
estas condiciones, pero la expresión depende de la interacción con factores
ambientales.