El centimorgan, también conocido como unidad de mapa genético, es una
medida fundamental en genética que describe las distancias relativas entre los genes
a lo largo de un cromosoma. A diferencia de las medidas físicas como la longitud en
pares de bases, el centimorgan se basa en la frecuencia de recombinación genética
durante la meiosis, el proceso de división celular que da lugar a los gametos (óvulos
y espermatozoides).
Durante la meiosis, los cromosomas homólogos intercambian segmentos de
ADN en un proceso llamado recombinación genética. Cuanto más frecuente es este
intercambio entre dos genes, más cerca están en el cromosoma. Los científicos
utilizan la frecuencia de recombinación para crear mapas genéticos. Entonces, se
estableció que un centimorgan representa una tasa del 1% de recombinación entre
dos loci (posiciones de genes) en un cromosoma durante una generación.
En el contexto humano, el mapeo genético basado en centimorgans se utiliza
para identificar genes asociados con enfermedades genéticas, permitiendo
diagnósticos precisos y desarrollando terapias específicas. Sin embargo, su uso
abarca otros campos de la biología y biotecnología, como lo es la agricultura, donde
los mapas genéticos basados en centimorgans ayudan a seleccionar características
deseables en diversos cultivos, acelerando así el proceso de mejora genética.