El defecto congénito es una anomalía estructural o funcional presente desde
el nacimiento, tejida en los delicados hilos de la genética y la embriogénesis. Este
gran enigma de la biología puede manifestarse como una variación en la forma de un
órgano, una función comprometida o incluso una disposición genética que altera el
curso natural de la vida; como resultado de alteraciones génicas, factores
ambientales o ambos. Algunos se manifiestan como malformaciones físicas
evidentes, mientras que otros son más sutiles, afectando funciones internas
cruciales.
La investigación en genética y medicina regenerativa busca comprender y
abordar los defectos congénitos desde sus raíces moleculares. Avances en terapias
personalizadas y técnicas de edición genética ofrecen la esperanza de corregir, en el futuro, estas anomalías.