Por: Jennifer Pochne

Cada 28 de agosto se celebra el Día Mundial del Síndrome de Turner (ST), en conmemoración del nacimiento de Henry Turner, el médico endocrinólogo que describió por primera vez este síndrome. Henry Turner fue un pionero en el campo de la endocrinología pediátrica y sus contribuciones fueron fundamentales para comprender y diagnosticar el síndrome que lleva su nombre. En 1938, Turner realizó la primera descripción de las características fenotípicas a partir del estudio de siete mujeres. Recién siete años más tarde, en 1945, el mismo Turner y sus colaboradores pudieron relacionar al síndrome con la ausencia total o parcial de un cromosoma X en mujeres. Sin embargo, hasta 1959 no se determinó la causa de esta afección, que es un desarreglo cromosómico. 

En reconocimiento al trabajo de Turner, el día del síndrome de Turner se celebra año a año con el objetivo de concientizar y sensibilizar a la población sobre esta condición genética que solo afecta a la población femenina. Esta fecha también busca fomentar la investigación en este campo y promover el diagnóstico oportuno, para evitar complicaciones de salud para quien la padece.

Definición:

El Síndrome de Turner es una condición genética poco frecuente (el 95% de los fetos con esta cromosomopatía son abortados naturalmente) que afecta exclusivamente a las personas de género femenino. Se caracteriza por la ausencia total o parcial de uno de los cromosomas X en las células del cuerpo, lo que resulta en un cariotipo femenino de 45 cromosomas en lugar de los 46 habituales. 

Las células de un individuo normal tienen 46 cromosomas: 23 cromosomas de origen materno y 23 cromosomas de origen paterno. Del total de cromosomas, 44 (es decir, 22 pares) son autosomas, y solo 2 (es decir, 1 par) son sexuales. Normalmente, los hombres tienen un par de cromosomas sexuales XY, mientras que las mujeres tienen un par XX. En el caso del síndrome de Turner hay una sola copia del cromosoma X (lo que resulta en un cariotipo 45,X) o una pérdida parcial de dicho cromosoma.

La ausencia o modificación del cromosoma X del síndrome de Turner causa problemas durante el desarrollo fetal y otros problemas de desarrollo después del nacimiento, como estatura baja, insuficiencia ovárica y defectos cardíacos. Las características físicas y las complicaciones de salud que surgen de estos problemas cromosómicos varían en gran medida.

Existen distintos tipos de alteraciones genéticas del síndrome de Turner, que también varían en la expresión del fenotipo:

  • Síndrome de Turner con monosomía del X. Se caracteriza por la ausencia completa de un cromosoma X en cada célula del cuerpo (X0). Esta es la forma más frecuente del trastorno. 
  • Síndrome de Turner en mosaico. Se caracteriza por la ausencia de un cromosoma X sólo en algunas de las células del cuerpo. Esta forma presenta menos síntomas y ocurre como un error aleatorio durante las etapas iniciales del desarrollo fetal. Como resultado, algunas de las células del cuerpo tienen dos cromosomas X (46,XX), y otras células tienen sólo una copia del cromosoma X (45,X).
  • Variantes del Síndrome de Turner con cambios estructurales del cromosoma X. En algunos casos puede ocurrir que falten partes o haya partes con cambios en uno de los cromosomas X. Por ejemplo, la deleción de todo el Xp o la formación de un isocromosoma del Xq, también se manifiestan como Síndrome de Turner. Este error puede ocurrir en el espermatozoide o el óvulo con todas las células que tienen una copia completa y una alterada. Se han encontrado también cromosomas X en anillo o translocados con un autosoma, afectando a su funcionalidad.  Cualquiera de estas variantes puede encontrarse en forma pura o en mosaico.
  • Variantes del Síndrome de Turner con material del cromosoma Y. En ciertos casos de síndrome de Turner, algunas células tienen una copia del cromosoma X y otras células tienen una copia del cromosoma X y algún material del cromosoma Y. Estas personas se desarrollan biológicamente como mujeres, pero la presencia de material del cromosoma Y aumenta el riesgo de desarrollar un tipo de cáncer que se denomina gonadoblastoma. Esta forma de la afección ocurre solo en un muy pequeño porcentaje de casos.
Cariotipo del síndrome de Turner.

Prevalencia:

La prevalencia del Síndrome de Turner varía según las poblaciones y regiones geográficas, y oscila entre 1 por 2.500 hasta 1 por 3.000 recién nacidas vivas. Es crítico tener en cuenta que, el 99% de las concepciones 45,X terminan en aborto espontáneo.

A diferencia de algunos trastornos genéticos, como el Síndrome de Down, donde la edad materna avanzada se considera un factor de riesgo conocido, en el caso del Síndrome de Turner, no hay evidencia concluyente que indique una relación significativa entre la edad materna y el desarrollo de la condición. Tampoco existen riesgos ambientales documentados para el desarrollo de este trastorno. Sin embargo, se debe tener en cuenta que existen factores genéticos y otros factores desconocidos, que podrían desempeñar un papel en el desarrollo del Síndrome de Turner, y la investigación en este campo aún está en curso.

Fenotipo-clínica:

El fenotipo y la clínica del Síndrome de Turner pueden variar ampliamente de un individuo a otro. Muchas niñas con esta afección muestran pocos signos, o solo signos leves. De hecho, el síndrome puede permanecer sin diagnosticar hasta la pubertad. En otros casos, la afección tiene un efecto notable sobre el crecimiento o la apariencia. Aunque cada persona es única, hay ciertas características clínicas y fenotípicas comunes asociadas con esta condición. A continuación, se describen algunas de las características físicas comunes asociadas con el Síndrome de Turner:

  • Baja estatura: las niñas y mujeres afectadas suelen ser más bajas que sus pares de la misma edad. 
  • Cuello corto y ancho.
  • “Cuello alado” (pliegues de piel adicional que se extienden desde la parte superior de los hombros hasta ambos lados del cuello).
  • Implantación baja de las orejas y pabellones auriculares ligeramente rotados hacia atrás.
  • Mandíbula inferior pequeña y Paladar (techo de la boca) alto y estrecho.
  • Línea de cabello baja en la parte posterior de la cabeza.
  • Rasgos anormales en los ojos, incluyendo los párpados caídos.
  • Desarrollo óseo anormal, sobre todo en los huesos de las manos y de los codos.
  • Dedos de manos y pies cortos.
  • Pecho ancho con pezones de gran separación.
  • Desarrollo sexual anormal o ausente: pueden tener ausencia de desarrollo de los caracteres sexuales secundarios, como el crecimiento mamario, el desarrollo de vello púbico y axilar, y la menstruación.
  • Anomalías cardíacas: las anomalías cardíacas congénitas, como las coartaciones de aorta o las malformaciones de las válvulas cardíacas, son comunes en el Síndrome de Turner. 

Además de los rasgos físicos, las mujeres con síndrome de Turner suelen tener otros problemas. Entre los más comunes se encuentran:  

  • Retraso en el crecimiento. 
  • Pubertad ausente, retrasada o incompleta, que provoca menstruaciones irregulares o ausencia de menstruación (amenorrea).
  • Infertilidad o disminución de capacidad reproductiva: debida a la falta de desarrollo sexual y al fallo ovárico precoz (presente en más del 95% de los casos).
  • Problemas cardíacos: pueden presentar malformaciones que deriven en fallas cardíacas e hipertensión.
  • Problemas renales: pueden presentar malformaciones renales, como riñones en herradura o riñones ectópicos.
  • Problemas tiroideos: pueden presentar hipotiroidismo (disminución de la función tiroidea).
  • Riesgo aumentado de desarrollar diabetes.
  • Riesgo aumentado de desarrollar osteoporosis.
  • Dificultades de aprendizaje: pueden experimentar dificultades de aprendizaje y habilidades cognitivas afectadas, especialmente en áreas relacionadas con el procesamiento espacial y la memoria visual.
  • Problemas sociales, psicológicos y de conducta: mayor riesgo de problemas emocionales, como ansiedad y depresión, así como dificultades en las relaciones sociales y de interacción.

Es importante tener en cuenta que no todas las mujeres con Síndrome de Turner presentan todas estas características, y la gravedad de los síntomas puede variar considerablemente de una persona a otra. 

Rasgos característicos que presentan las mujeres con síndorme de Turner.

Diagnóstico:

El diagnóstico del síndrome de Turner se puede realizar durante la infancia o en la primera infancia. Sin embargo, algunas veces el diagnóstico se demora hasta la adolescencia o los primeros años de la edad adulta en aquellas pacientes que tienen signos y síntomas leves de esta condición genética. El diagnóstico del Síndrome de Turner se puede realizar utilizando diferentes enfoques y pruebas. Algunos de los métodos utilizados comúnmente para diagnosticar esta condición incluyen:

1. Evaluación clínica: El médico puede sospechar del Síndrome de Turner basándose en los signos y síntomas físicos característicos, como baja estatura, dismorfias faciales (por ejemplo, cuello corto, orejas bajas implantadas), desarrollo sexual anormal o ausente, y otras anomalías físicas.

2. Análisis cromosómico: La confirmación del diagnóstico generalmente se realiza mediante la realización de un cariotipo y/o análisis cromosómico con micromatrices para examinar los cromosomas del individuo. En el caso del Síndrome de Turner, se observa la presencia de una monosomía del cromosoma X, lo que resulta en el cariotipo 45, X, aunque también pueden existir otras anomalías cromosómicas menos comunes. Este análisis permite confirmar el diagnóstico.

3. Pruebas de imagen: Se pueden realizar pruebas de imagen, como ecografías o resonancias magnéticas, para evaluar los órganos y sistemas del cuerpo en busca de posibles anomalías. Estas pruebas pueden ayudar a detectar problemas cardíacos, renales, tiroideos u otras anomalías asociadas al Síndrome de Turner.

Por otro lado, también es posible detectar el síndrome de Turner antes del nacimiento. El diagnóstico prenatal a menudo se realiza cuando se indican pruebas citogenéticas (análisis cromosómico de muestras de vellosidades coriónicas o amniocentesis) por otras razones, como edad materna avanzada o porque se ha detectado una anomalía ecográfica en el feto. 

Una tercera posibilidad es utilizar una prueba de cribado, como el NIPT (Prueba Prenatal No Invasiva), cuyo resultado puede sugerir que el feto tiene un cariotipo 45, X. Sin embargo, es muy importante tener en claro que las pruebas de cribado dan resultados en términos de probabilidad y no pueden utilizarse con fines diagnósticos.

Pronóstico:

El pronóstico de las pacientes con Síndrome de Turner puede variar dependiendo de varios factores, como la edad de diagnóstico, la atención médica temprana y adecuada, y el manejo de las complicaciones médicas asociadas. Si bien la esperanza de vida promedio de las pacientes se reduce en 13 años, por lo general, con un tratamiento médico apropiado con un enfoque multidisciplinario, las mujeres con Síndrome de Turner pueden llevar una vida saludable y funcional. A continuación se destacan algunos aspectos importantes relacionados con el pronóstico del síndrome de Turner:

1. Crecimiento y estatura: Por lo general, las niñas con Síndrome de Turner tienen una baja estatura. Sin embargo, la administración de hormona del crecimiento permite mejorar la estatura final. Es fundamental comenzar el tratamiento lo antes posible durante la niñez, para maximizar los beneficios.

2. Salud física: Las mujeres con Síndrome de Turner pueden presentar ciertas complicaciones médicas, como enfermedades cardiovasculares, problemas renales, diabetes, cataratas, dificultades auditivas, osteoporosis y problemas de tiroides. Por lo general, los problemas cardíacos son los más graves, y en algunos casos, incluso pueden requerir una intervención quirúrgica. El manejo y tratamiento adecuados de estas complicaciones pueden ayudar a prevenir o minimizar su impacto en la salud a largo plazo.

3. Infertilidad: La mayoría de las mujeres con Síndrome de Turner son estériles, debido a la disfunción ovárica que no les permite ovular ni tener un ciclo menstrual. Sin embargo, con los avances en técnicas de reproducción asistida, como la donación de óvulos, muchas mujeres con Síndrome de Turner pueden lograr embarazos exitosos.

4. Aspectos emocionales y sociales: Algunas mujeres con Síndrome de Turner pueden enfrentar desafíos emocionales y sociales debido a las características físicas y las diferencias en el desarrollo sexual durante la pubertad. El apoyo emocional familiar y de su entorno cercano, el correcto asesoramiento y la integración social pueden ser útiles para mejorar la calidad de vida de las pacientes que conviven con esta afección.

En general, con una detección temprana, un manejo médico adecuado y un enfoque integral, las personas con Síndrome de Turner tienen un buen pronóstico y pueden llevar una vida plena y satisfactoria. Es importante tener en cuenta que cada caso es único, pero que el seguimiento regular con un equipo médico especializado es fundamental para un manejo óptimo y una mejor calidad de vida.

Tratamiento:

El síndrome de Turner es una afección que dura toda la vida, ya que no hay ninguna forma de modificar la composición cromosómica X0 en una niña que haya nacido con ella. A pesar de que no tiene cura, existen distintos tratamientos que varían según las necesidades individuales de cada persona y que están dirigidos a abordar y aliviar los síntomas específicos y mejorar la calidad de vida de los pacientes. Como sucede en la mayoría de las afecciones, cuanto mejor y más temprano se realice el diagnóstico, y más rápido se inicie el tratamiento, mayor será su eficacia. Algunas opciones de tratamiento comunes incluyen:

1. Terapia de reemplazo hormonal: Muchas mujeres con Síndrome de Turner necesitan recibir terapia de reemplazo hormonal, como estrógenos y progesterona, para inducir el desarrollo sexual adecuado y mantener la salud ósea. La administración de estrógenos desde la preadolescencia hasta la menopausia promueve el desarrollo las mamas, mejora el volumen del útero, y contribuye a la mineralización ósea, mejorando la salud de los huesos y afectando indirectamente al crecimiento. 

2. Terapia hormonal para el crecimiento: Las niñas con Síndrome de Turner suelen tener una baja estatura. El tratamiento con hormona del crecimiento desde la niñez hasta el inicio de la pubertad está principalmente destinado a lograr un aumento de crecimiento para mejorar su estatura final.

3. Apoyo psicológico y emocional: Las personas con Síndrome de Turner pueden enfrentar desafíos emocionales y sociales debido a las características físicas y médicas asociadas. El apoyo psicológico y emocional, que puede incluir terapia individual o grupal, puede ser beneficioso para las pacientes.

Es importante destacar que el tratamiento del Síndrome de Turner es individualizado y se basa en las necesidades de cada persona. Es fundamental que los pacientes sean evaluados y tratados por un equipo médico especializado que incluya endocrinólogos, genetistas y otros especialistas en áreas relevantes, que pueda proporcionar un enfoque de tratamiento personalizado.

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